De todas las variedades de miel, la de lavanda se destaca por su particular aroma y su sabor suave. Al ser fabricada por las abejas a partir del néctar de especies de lavanda como la Lavandula angustifolia, la Lavandula latifolia y la Lavandula stoechas, cuenta con unas características especiales de sabor, textura y propiedades.
tiene un color ámbar claro, una cristalización media y una consistencia fluida. Su sabor es dulce, pero tiene ligeras notas ácidas y florales.
En la medicina tradicional, la miel de lavanda se ha valorado por sus propiedades medicinales. Al proceder del néctar de la lavanda, se cree que aporta un «extra» de nutrientes y compuestos bioactivos en comparación con la miel tradicional.
Uno de los principales beneficios de la miel de lavanda tiene que ver con su capacidad para fortalecer el sistema inmunitario.
Tanto la miel de abejas como la Lavandula stoecha tienen propiedades que coadyuvan al alivio de la tos. Ambas actúan como antiinflamatorias, lo que disminuye la irritación de la garganta. Además, tienen cualidades expectorantes e hidratantes, claves para minimizar este síntoma.