La miel de brezo tiene numerosas propiedades y beneficios por lo que es muy bueno que forme parte de la dieta alimenticia habitual en cantidades justas, salvo contraindicaciones médicas. Y es que entre sus propiedades destacamos que es:
- Astringente.
- Hidratante cutánea.
- Antiséptica.
- Diurética.
- Relajante.
Estas propiedades se traducen en una serie de beneficios para la salud sobre los que ya hemos adelantado que el riñón y el sistema circulatorio son los principales beneficiarios. Pero aún hay más:
- Sistema circulatorio: la miel de brezo favorece el riego coronario, ayudando así a reducir el riesgo de padecer un infarto, arritmias o una angina de pecho, entre otras afecciones coronarias.
- Sistema renal: la miel de brezo es muy útil para ayudar a limpiar la vejiga y evitar los problemas de próstata y de cistitis. Aparte, es beneficiosa para el riñón porque minimiza las posibilidades de tener piedras.
- Sistema digestivo: para las personas que tienen problemas de diarreas, les ayuda a regular su intestino, aunque se debe tomar con moderación para pasar al estreñimiento.
- Piel: esta miel es muy utilizada también para tratar pequeñas quemaduras y heridas porque evita que se infecten, además de acelerar la cicatrización. Desde el punto de vista de la belleza, tiene un gran poder de hidratación de la dermis
A estos beneficios específicos de la miel de brezo, se suman todos aquellos que están presentes en todas las mieles por lo que también es empleada para los dolores de garganta, resfriados o catarros porque tiene poder calmante y tranquilizante.